La finalidad de los relatos semanales aquí presentados son de análisis y reflexión para nuestros estudiantes. Por tal razón, todo el contenido de los textos es ficticio y cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Simplemente Reguetón
Por: Freddy A. Salazar
¡Eres pobre y feo!, me gritaban a menudo los otros niños de mi escuela. Ahora sigo siendo feo, pero pobre no soy.
En mi colegio había una emisora (o al menos así la llamaban), donde variaban los géneros musicales cada día de la semana, un día era salsa, otro rock… y así sucesivamente, realmente no recuerdo el orden exacto, pero lo que si recuerdo, es que los miércoles era reguetón, las canciones de Daddy Yankee y Don Omar eran una locura, muchos pensaban que era música pasajera, pero para mí, era imposible que algo tan perfecto pasara de moda, y fue allí, en mi colegio, donde nació la pasión por este arte llamado reguetón.
Todo esto me llevó a decirle a mi viejo: – Papá, ya se lo que quiero ser en la vida, quiero ser cantante de reguetón. Mi padre no paraba de reír, pero le alegró que a temprana edad su muchacho ya lo tuviera tan claro, por eso, cada vez que perdía un año en el colegio, él le decía a mi mamá: – Tranquila mija, este muchacho nos va a sacar de pobres sin necesidad de estudiar mucho.
Es claro que nunca ingresé a un conservatorio y aunque muchos de mis colegas requieren la ayuda de algún profesor de técnica vocal, yo no, en la escuela aprendí a leer y eso fue suficiente para ingresar a YouTube o Google y aprender lo que necesitaba, aunque muchos creen que lo más importante del género es el autotune, yo no lo creo así, para mí las letras y el sentimiento de las canciones es lo más importante, tanto así, que el primer productor que se interesó en mi trabajo musical fue claro al decirme: – Si quieres trabajar conmigo, tus canciones deben hablar de sexo. A partir de ahí comencé a ver mucha porno, frecuentar burdeles y salir a fiestas, esa fue mi principal inspiración, para que me entiendas, un escritor de novelas debe inspirarse en su contexto para producir sus mejores obras, por ejemplo, Márquez y sus novelas o Monet y sus cuadros, así que creo que si me hubieran encerrado en un seminario no hubiera logrado tal grado de inspiración en cada una de mis obras musicales.
Mi primera gran obra fue “Muévete en mi cara mami”, allí, pude combinar el dolor de un hombre al haber perdido a su pareja pero que encuentra su consuelo al recordar aquellos instantes que vivió a su lado, es un mensaje muy profundo y una invitación a los jóvenes de hoy a superar con música su dolor. Después de este éxito vinieron muchos más, y aunque el mundo ama mi música, los grandes premios se quedaban con otros artistas a los que nadie conoce, sin embargo, eso jamás ha opacado mi humildad, por ejemplo en el video que me hizo “Libi” mi amiga, se logra captar lo más profundo de mi alma cuando veo en Miami mi primer yate, ni la muerte y el dolor que se produce en mi país lograron conmoverme de esta manera, tantos lujos y comodidades me hizo recordar todo el sufrimiento que había pasado para llegar a la cima. Todo esto lo expreso en mi último sencillo “El caviar agobia mi alma”.
Termino este relato, diciéndole a mis seguidores que nunca dejen de perseguir sus sueños ni se dejen vencer por las adversidades, esta vida es muy bella, Maestros como yo siempre seremos fuente de inspiración para todos esos artistas que permanecen en el anonimato.
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