La muerte del famoso caricaturista Quino solo perpetuará el recuerdo de Mafalda, un personaje con un nivel intelectual y humano que desborda lo imaginable.
Por: Freddy A. Salazar
No tendría más de 10 años cuando por casualidad me encontré leyendo las historietas de Mafalda, sus particulares padres, sus amigos y Guille su hermanito. En ese momento yo no entendía nada del mundo, pero Mafalda lograba captar entre otras tantas verdades, cada situación del contexto escolar, con una postura crítica envidiable, sus inquietudes y sus comentarios cargados de tanta verdad y sinceridad que hacían avergonzar a su profesora. Recuerdo por ejemplo, la viñeta en la cual la maestra les está enseñando la frase de : ¨Mi mamá me mima, mi mamá me ama¨ y se acerca Mafalda felicitando a la profesora por su mamá… pero insistiéndole en que les enseñe algo realmente importante, todo eso era sumamente divertido para mí.
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Tardaron unos 20 años más para que yo volviera a leer aquellas historietas, en esta ocasión no solo me devolvieron a mi infancia, también me hicieron entender mejor el mundo que nos tocó vivir, creo que si alguno de sus personajes representa bien al ciudadano Colombiano es Susanita: aquella niña de clase media, arribista y con un montón de prejuicios ¡que buen trabajo hizo Quino! no solo leyendo bien a su querida Argentina sino realizando una buena lectura de todo el contexto latinoamericano.
En la prueba ICFES Saber 11°, han incluido en ocasiones a Mafalda dentro del área de Lectura Crítica, mi recomendación entonces es volver a retomar todas sus historietas y verlas no solo desde el punto de vista gráfico como algunos lo hacen, sino desde lo profundo de su pensamiento, ese punzante sentido de la realidad que nos permite pensar más en el otro, en nuestro caso, en esos colombianos anónimos que han sido olvidados hace mucho tiempo, ese creo yo que es el verdadero sentido de leer a Mafalda: pensar en que puede llegar a suceder un verdadero cambio.